¿Qué es la verdad?

Esa sí que es una buena pregunta.  Ya Poncio Pilato, mientras se lavaba las manos en el juicio de Jesús, plantea una serie de preguntas que tienen difícil respuesta:

¿La verdad es una ley?

¿Cuál es la verdad, la tuya o la mía?

lavado de manos

La contestación del Nazareno no deja lugar a dudas:

Yo soy La Verdad.

Con eso nos está dejando bien claro que es Él quien conoce la verdad, o al menos esa es su opinión.  Pero le costó bien cara su afirmación, ya que erigirse en posesión de la verdad puede tener consecuencias catastróficas, sobre todo si REALMENTE se lleva la razón.  Vamos a ver algunos ejemplos, comenzando por el propio Jesús:

  • Jesús de Nazaret: dijo que todos somos hijos de Dios (incluido Él).  La consecuencia directa es que todos los hombres somos iguales, con lo que cuestionaba la autoridad de romanos y fariseos.  De hecho, luchó contra la mentira y la hipocresía al afirmar que los fariseos “son como sepulcros blanqueados”, impolutos en apariencia pero podridos por dentro.  Fue crucificado como consecuencia de sus palabras en el año 33 de nuestra era.
  • Martin Luther King: luchaba contra la diferencia de clases, el racismo, la pobreza y el capitalismo.  En una ocasión dijo que “hay algo que no funciona con el capitalismo, debe haber una mejor distribución de la riqueza y puede ser que América tenga que dirigirse hacia un socialismo democrático”.  Fue asesinado en 1968 por su defensa de los intereses de las minorías étnicas.
  • Mahatma Gandhi: predicó el uso de la no violencia, incluso para luchar contra la violencia.  Entre sus mensajes más conocidos destaca: “la verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella”.  Fue asesinado en 1948 por un miembro del partido de extrema derecha de su país.  Como suele ocurrir, el instigador del crimen no fue condenado.

Y estos son sólo los ejemplos más claros.  Sólo tenéis que escribir en Google “asesinado por pacifista” para haceros una idea de la magnitud del problema.  A raíz de lo expuesto sacamos una interesante conclusión: si los que cuentan la verdad sobre los poderes fácticos son asesinados, entonces esos mismos poderes necesitan mentir y matar para continuar en el poder.

No hay más ciego que el que no quiere ver.

La verdad nos hará libres.