Nota del autor: ante la avalancha de visitas, comentarios y críticas, quiero dejar claro que los enlaces a blogs y páginas de terceros reflejan siempre la opinión de otros y se muestran aquí con la única intención de ilustrar el artículo, nunca como noticia ni como verdad absoluta.

Ya son varias las personas de mi entorno que han decidido abrir cuentas en Triodos Bank, alegando que se trata de un banco ético y sostenible.  Como se trata de gente muy coherente y sensibilizada con los temas sociales era paso obligado investigar un poco el asunto.  Como la propia entidad anuncia, «Triodos Bank es un banco independiente que solo financia empresas e iniciativas que, además de ser rentables, mejoran la calidad de vida de las personas y respetan la naturaleza».  Suena muy bien, pero… ¿de verdad puede un banco ser ético?

Recordemos que la iglesia consideraba la usura como un pecado durante la edad media así que, a priori, prestar dinero con intereses no parece muy ético.  Pero claro, también era pecado interpretar la biblia a tu manera, así que el ejemplo no es muy representativo que digamos.  De todas formas es algo que todos los bancos hacen así que lo pasamos por alto.  Sí es verdad que Tridos apoya las iniciativas sociales, medioambientales y otras relacionadas con la cultura y con el ocio.  También resulta que son muy transparentes y publican sus resultados con total claridad.  Dan un interés que no está del todo mal… pero analicemos su publicidad (los comentarios en verde son míos):

  • Cuenta de ahorro con total disponibilidad de su dinero.  Hombre, faltaría más que no tuviéramos nuestro dinero disponible.
  • Ahorre fácilmente cada mes sin comisiones de apertura, gestión ni mantenimiento.  Esto lo hacen muchas entidades, pero la verdad es que está bien.
  • Puede donar parte de su interés a la ONG que usted decida.  Je, resulta que los éticos somos nosotros, no ellos…
  • Con la tranquilidad de saber qué hace el banco con su dinero.  Al menos en parte tienen razón.
  • Un 1,25% T.A.E. (1,24% interés nominal anual) con liquidación y abono mensual de intereses.  Esto también está muy bien, otras cuentas dan menos o nada.

Pero resulta que también hay críticas.  Hay un señor que escribe un blog en el que critica a Triodos porque dice que financia clínicas homeopáticas que (según él) venden pastillitas de azúcar a precio de medicinas.  Personalmente albergo serias duda contra este tipo de tratamientos que se basan más en el placebo que en otra cosa, en eso estoy de acuerdo con Jesús.  Lo curioso es que este señor llegó a escribir a Triodos criticando esa actitud e incluso llegó a recibir respuesta a su mail y comentarios en su blog por parte del departamento de comunicación.  Punto a su favor (por ambas partes).

Por otra parte, los orígenes del banco están muy relacionados con una organización un tanto esotérica, la Antroposofía.  Esto no tiene porqué conllevar ningún inconveniente de por si, pero según cuentan antiguos empleados, para llegar a ser alguien dentro de la entidad hay que estar vinculado a los antropósofos y a su organización.  Tampoco es nada fuera de lo común, pasa en todas partes, los amigos de los jefes son los que ascienden.  Pero en una entidad que se autodenomina «ética» queda un poco peor, ¿no?  Hay más, resulta que Triodos mantiene relaciones comerciales con la Fundacion Ashoka, creada y financiada por el magnate del amianto Stephan Schmidheiny, quien a sabiendas que el amianto producía cáncer, calló y nunca dijo nada a sus trabajadores.  Está regular, por no decir fatal.

Como decía super-ratón, no se vayan todavía que aún hay más.  Por lo visto los éticos de Triodos financian a la Fundación O´Belén, organización supuestamente “sin ánimo de lucro” creada a finales de los 90 por un grupo de políticos y empresarios que pretendían aprovechar la privatización de los servicios sociales que comenzaba en aquel momento.   Esta organización mantiene centros de menores y, según esta página, ya han ocurrido varios episodios de malos tratos (e incluso muertes) a infantes.  Según su política, no deberían financiarlos, ¿tú qué opinas?

Terminamos con un refrán que viene muy al caso, dada la cantidad de entidades financieras esclavizantes y alienantes: «en el país de los ciegos, el tuerto es el rey».  Tiene guasa la cosa.

La verdad nos hará libres.

Nota del autor (09/08/12): a estas alturas ya han pasado por aquí el departamento de comunicación de Triodos para desmentir algunas de las criticas vertidas en las páginas que enlazo, así como detractores de la Fundación O’Belén (que también dan sus razones).  Quiero dejar claro que no es mi intención lanzar acusaciones ni encumbrar a nadie, tan solo presentar unos presuntos hechos para dar lugar al debate.

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